El tapón de cerumen y la higiene del oído siempre han sido una fuente de preocupación importante. En la mayoría de países, el tapón de oído es la 1ª causa de consulta de los otorrinolaringólogos.
Solo en Francia, el uso
de hisopos de algodón(más conocidos como «bastoncillos») asciende a
6.000 millones, lo que representa casi
100 bastoncillos al año por habitante.
La cureta auricular se conoce desde la antigüedad. En la Edad media, se decía: «toda mujer bien organizada debe poseer su neceser, con su cureta para los oídos, su limpiauñas y su mondadientes.»
Fue a principios de los años 20 del siglo pasado cuando apareció el hisopo de algodón. Su invento se debe a Leo Gerstenzang. De hecho, se dice que se inspiró en el gesto que empleaba su esposa para limpiarle los oídos a su hijo, colocando un pedazo de algodón en la extremidad del mondadientes. Su invento recibió primero el nombre de «Baby Gays», y más tarde el de «Q-tip», que pasaría al lenguaje común en los Estados Unidos para designar el hisopo de algodón.
A lo largo de la historia, se habla también de la
vela del oído (también conocida como vela Hopi). De hecho se trata de una tradición que viene de los Indios Hopi de América.